WCM Claudia Muñoz Robles de 11 años
Ciudad Acuña
Coahuila, Mexico
¿Y ahora que sigue para WCM Claudia Muñoz Robles despues de haber regresado a su hogar en Ciudad Acuña?
La pregunta es tan profunda como el deporte del ajedrez. Una de las leyes de la física dice que por cada acción hay una reacción igual. Hasta el día de ayer, nuestro estado de Coahuila no podía confirmar con certeza la participación de Claudia en la Olimpiada Nacional 2009, por que un organismo deportivo, el cual no nombraremos en este momento, no ha firmado una carta que permitiría que nuestra hija participe.
En realidad nosotros estamos en completa calma por que nuestra confianza esta enteramente en Dios. SI el desea que participemos en la Olimpiada Nacional, allí estaremos este fin de semana, y si no, simplemente no estaremos.
Me acuerdo en el 2006, cuando no hubo Olimpiada Nacional para la categoría sub-10. Me sentí tan decepcionado por que mientras otros países estaban entrenando y fogueando a sus jugadores desde la sub-6, nuestro México lindo y querido se estaba dando el lujo de omitir una categoría tan valiosa.
A nivel nacional escuchaba los padres de familia quejarse por esa idiotez, mas únicamente se quejaban. Dentro de nosotros los mexicanos parece que existe en nuestra sub conciencia una resignación a que las cosas no mejoraran sino que así siempre serán.
Pequeño problema, por que a mi no me llego ese memorándum cultural.
Decidí en ese 2006, sacar a mi hija del país para que jugara en torneos por todo Texas y Oklahoma. Rehusaba a perder todo ese ciclo de competencias. A la edad de 9 años, volvieron a tener la sub-10 y para entonces, Claudia gano medalla en el Abierto Nacional 2007 y la medalla de oro en el North American Youth Championship con todo y titulo FIDE.
Así de simple.
Esto no es duro sino que como mexicanos somos bocones pero no traemos soluciones a la mesa. Se nos cierra el mundo y nos creemos que sin las autoridades simplemente no podemos hacer nada.
México, hay que despertar y cortar el cordón umbilical de la mano extendida e intentar sentarnos a la mesa porque después de todo el pan es mejor que las migajas.
En esta semana, nuestro equipo tendrá que afrontar decisiones.
Estas decisiones harán rumbo hacia un destino.
Pero basta del dramatismo por que estamos celebrando una buena actuación de este ultimo torneo de Claudia. 
Dios mío, ha sido un viaje largo de seis años como padre y entrenador.
Algún día mi hija partirá hacia la universidad, en siete años para ser exactos. Pero como estoy gozando esta trayectoria.
Cuando la veo sentada analizando una posición como se puede apreciar en estas fotografías, me acuerdo cuando era una niña de 6 años. En aquel entonces vivíamos en la calle Ocampo, zona centro de esta ciudad. Le decía que algún día nuestro deporte la llevaría muy lejos.
Ahora cuando viajamos y tomamos fotografías de los lugares en donde estamos y andamos, sigo viendo esa niña preciosa que me dijo cuando gano su primera olimpiada estatal de Coahuila, “Mira papa, mira lo que me conseguiste,” al traerme su primer trofeo.
Apenas llevaba 10 meses de haber aprendido a mover las piezas, y ya comenzaba un común denominador – la palabra invicto.
Por lo tanto las decisiones y el rumbo que tendremos que tomar antes de que este fin de semana se nos acerque es lo de menos.
Tengo una esposa preciosa (como podran observar en la foto con mi hija), dos hijas lindas, y un Dios que nos ha dado una mentalidad triunfadora.
Sea cual sea el camino que tomemos, lo tomaremos como familia, por que si observan las fotos de nuestra hija Claudia – siempre esta sonriendo.
