Escrito por Lic. Abed Muñoz SanchezCoahuila, Mexico
El 13 de abril fue mi cumpleaños número cuarenta y uno mas por el estado terminal de mi madre, opte posponer la celebración por las razones mencionadas. Aun así, mi madre sabia que era mi cumpleaños y para hacerla sentir bien le recordaba como en el 2008, lo celebro ella en compañía de mi esposa e hijas.
Esta semana la informe a mi familia que ya estaba listo para que celebraran mi cumpleaños, y aunque antes no me gustaba que lo hicieran, ahora mis ojos están abiertos a lo bello que la vida es en compañía con aquellos que uno ama. No le negaría los recuerdos mas importantes para mis hijas por el egoísmo de estar molesto en ver el contador de mi edad subiendo.
Como es de costumbre en mi familia, todos me preguntaron que deseaba como regalos. Les pedí una película, la cual yo escogí. A mi esposa le pedí que se pusiera bien buenota, siendo que Dios me bendigo con una esposa 8 años mas joven que yo y de lo cual no me quejo, bueno para mi.
A mi hija la ajedrecista WCM Claudia Muñoz Robles, despues de 9 días de vacaciones completas de ajedrez, literalmente no se hablo del deporte ni se pensó en el, únicamente enfocarse en sus estudios y ser una niña. A ella le pedí el privilegio de jugar dos partidas largas con controles g/90 con incremento de 30 segundos por movida. Le dije que no seria un entrenamiento sino un padre jugándole a su hija y mas por que hay menos de 10 padres en la República Mexicana que tienen una hija menor de 18 años de edad con un titulo FIDE. Ella es mi evidencia que he logrado algo en mi vida como un padre.
Mi hija acepto.
Escogimos el bello y lujoso restaurante “MANUELS” como la sede de nuestras partidas. El alumbrado y la mesa eran excelentes para jugar dos partidas largas. Llegamos temprano sabiendo que al finalizar el dia laboral de mi esposa, ella y Faith nos acompañarían para cenar.
Antes de comenzar la partida, escogimos colores, pusimos el reloj y me dispuse a decirle a Claudia de lo orgulloso que estaba. Sabia que había pasado unos meses difíciles con nuestras problemáticas con San Luis Potosí, CONADE, y después el estado terminal de mi madre mas aparte de su fallecimiento. Sabia que todo en la vida de una niña de 11 años la llevo a un torneo difícil como lo fue el “ALL GIRLS NATIONAL OPEN” en Dallas y el match de cuatro partidas con Nuria Macías de Oaxaca. Pero que era tiempo de enfocarnos al futuro siendo que la vida esta llena de obstáculos pero de victorias. Le agradecí por ser mi hija y por todos los momentos que habíamos vivido.
Sus ojos solo parpadeaban mientras una sonrisa se formaba en sus labios.
Si alguien conoce que resultados tendrá Claudia antes de jugar una partida, soy yo. Con el puro sentarse y la expresión de su rostro se si “lo trae” o no.
Me tocaron blancas.
El rostro de Claudia era el mismo que llevaba en Dallas y con el match de Nuria. Un rostro de inseguridad, de neutralidad.
Al salir de la apertura y entrando al medio juego perdió un alfil. No se trataba de darle la partida porque eso la haría débil no fuerte. Incluso en torneos nos hemos enfrentado sin poderme ganar mas que lograr un solo empate.
Abed (padre) - Claudia (hija)
Al quitarle el alfil gratuito que me dio, observe su rostro. Era el mismo rostro de antes.
El juego medio se jugaba solo, tenia toda la columna “A” mas aparte el lado de la dama como espacio para entrar fuerte al juego final. Sorpresivamente, Claudia comenzó a defenderse tal como a sido enseñada por la segunda regla posicional de Steinitz y de pronto el contraataque comenzó.
Todo ajedrecista a veces minimiza un contraataque pensando que la ventaja posicional de uno es más fuerte. Este fue el caso. Cuando menos di cuenta, Claudia sacrifico UNA TORRE para ganar la posición de tablas que ustedes ven en el diagrama.
Estaba extremadamente enfrascado en la partida siendo que nunca jugamos juegos largos y mucho menos como padre de familia con su hija, siempre como entrenador a una alumna. Pero lo que mas goce, fue que durante la partida observaba que el rostro de mi hija comenzó a cambiar, su rostro era el rostro de “WCM CLAUDIA MUNOZ”. La sonrisa regreso, los ojos comenzaron a bailar mientras movía las piezas con su mirada, y sobre todo el posee regreso. Claudia cuando esta adentrada en una partida, tiene un posee, una manera de sentarse y analizar. Sus brazos se cruzan sobre la mesa y su rostro descansa sobre ello haciendo que su nariz se doble sobre los brazos. Su barbilla es la que usa para mover su cabeza y sus piernas están cruzadas en sus tobillos.
Cuando tiene ese posee, Claudia es letal. Esta adentrada en el juego. No había visto ese posee en muchos meses, probablemente desde la segunda ronda del Abierto Estatal de Coahuila 2008 en Noviembre, en donde estuvo cerca de derrotar al MF Guillermo Ruiz, llevándole un peón de ventaja en el juego final mientras el tenia menos de un minuto en su reloj y ella contaba con mas de diez minutos.
Al sacrificar su Torre, ingenuamente la tome sin darme cuenta que mínimo siete movidas mas adelante ella llevaría posición de tablas, ella lo había visto y yo no.
Nos dimos la mano acabando la primera partida.
Padre ½ - hija ½ despues de la primera partida.
Mañana les diré como nos fue en la segunda partida, pero por el momento la sonrisa regreso a los labios de mi hija y no pude haber regresado a un momento mas adecuado, a 12 días antes del comienzo de la primera ronda de la Olimpiada Nacional 2009.
