Escrito por Lic. Abed Muñoz SanchezCoahuila, Mexico
Las últimas seis semanas han sido difíciles para nosotros la familia Muñoz, hemos enfrentado enfermedad, muerte, tristeza pero por fin comenzamos a sentir la alegría esparcirse por nuestros huesos. Lentamente comenzamos a sonreír y dar los primeros pasos de recuperación emocional.
A lo largo de estos días, despues de que mi madre partió, me senté para analizar sus últimos días y me di cuenta de la herencia enorme que me dejo – la FE en la promesa de Cristo Jesús.
¿Qué es tener fe en la Promesa de Cristo Jesús?
Mi madre tenía la certeza que Jesús vino a morir en la cruz del calvario para que nosotros los pecadores fuéramos redimidos de nuestras iniquidades. Mi madre hizo una confesión personal de fe en Jesús en la década de los sesentas. Dentro de su aceptación de Jesús como su salvador, opto por seguir sus principios. Uno de ellos es creer la promesa que El es el camino, la verdad y la vida y que nadie podría ver al Padre Celestial más por Jesús.
Parte de esta promesa significa que mientras estamos viviendo en la tierra sirviéndole, sabemos que El esta en el cielo preparando un lugar para nosotros para que donde El este nosotros también estemos.Mas la promesa en Jesús tiene un significado mas profundo. Significa que si le servimos en santidad y le somos fieles hasta el final, al pasara de estar vida, nos espera el estar con Dios por una eternidad en un cuerpo glorificado. O sea no este cuerpo de piel, grasa, y arrugas sino un cuerpo glorificado.
Se que para nosotros que vivimos es difícil concebir esta manera de pensar mas millones de cristianos han muerto a lo largo de los siglos, comidos por leones, quedamos en la hoguera, perseguidos por gobiernos, o de simple enfermedades comunes. Estos fieles seguidores tenían algo en común – la FE. La fe de que todas las promesas de Jesús en la Biblia eran verdaderas.
FE en algo que no hemos visto.
FE en algo que no hemos tocado.
FE en algo que únicamente hemos leído.
Más eso es la FE – LA CERTEZA DE LO QUE NO SE VE.
Mi madre tenía esa fe.
Cuando le dije a mi madre que con entubación únicamente podría vivir a lo mucho unos seis meses, le dije que me acordaba de todas las veces que me dijo, “Hijo si algún dia quedo imposibilitada o conectada a una maquina – desconéctame. Yo no quiero vivir así. He servido a Jesús y esto lista para irme con El.”
Tantas veces que me lo dijo que hasta me reía cuando lo decía por sonar como un disco rayado.
Pero el dia llego.
Setenta y dos horas despues de la hemorragia cerebral, fui yo, como hijo único, que le explico lo que le paso. Le explique sobre el derrame cerebral y sobre la parálisis. Le explique que la podía entubar y alargarle su vida algunos meses pero que me acordaba todas las veces que me dijo lo que debería hacer en una situación como esta.
Le dije que me acordaba que me había pedido que la desconectara de toda maquina que le prolongara la vida, mas que no deseaba hacerlo pero que estaba listo para cumplir su penúltimo deseo como mi madre. Con apretón de mano señalo que deseaba ser desconectada, quería partir al cielo con las palabras del Apóstol Pablo:
“PARA MI EL VIVIR ES CRISTO Y EL MORIR ES GANANCIA”.
Ore esa noche solo para recibir una llamada de una vecina de madre al dia siguiente que me dijo que mi madre le había dicho antes de enfermarse que si quedaba imposibilitada que me llamara para acordarme de su voluntad.
Llore en mi sala solo.
Al dia siguiente firme los documentos para pasar a mi madre al cuidado terminal de Hospice. Cuando le dije a mi madre de la decisión que tome de acuerdo a su voluntad, durmió tranquilamente sin un cuidado.
Me he preguntado, ¿tanta FE tenia mi madre que prefería el morir físicamente y despertar con un cuerpo glorificado – completamente sana y joven?
Mi madre lo tenía y hasta el final fue fiel a la promesa de Jesús, “ESTARE CON VOSOTROS TODOS LOS DIAS HASTA EL FIN DEL MUNDO”
Esa es mi herencia.
Ahora solo espero que cuando me toque el momento, por que me tocara como a todos, sea tan firme como mi madre y este listo para seguir en sus pasos de FE. Tengo una vida para prepararme siguiendo el camino de Jesús y de vivir en su santidad.
El dia de ayer recibimos los restos despues de cremación de mi madre.
Ahora solo falta cumplir el ultimo deseo de mi madre, porque cumplí su penúltimo, el de llevar sus cenizas a las Sierra Madre de Durango para esparcirla a las orillas de Rio Chico.
¿En donde esta tu FE ahorita si el final de tus días llegara hoy?
