La semana pasada en nuestro blog en ingles, www.claudiachess.blogspot.com, escribí una reflexión sobre lo que se siente estar solo en casa cuando la familia sale de viaje o sea, “HOME ALONE”, y la compare a mi adolescencia cuando mi madre salía de viaje y me quedaba solo en el hogar. Mi narración en ingles era consecuencia de que estaba solo en mi hogar por que mi esposa y dos hijas se encontraban en Wichita Falls, Texas en un campamento de verano – por toda una semana. De hecho, aun no regresan de su viaje hasta en la tarde del día de hoy, me dejaron solo por 10 días.
La única razón por que regresan a Ciudad Acuña, es para poder darle un repaso ajedrecístico de tres días a mi hija Claudia antes de su partida OTRAVEZ a los Estados Unidos para competir en el “Susan Polgar Invitational 2009” en el campus del Tecnológico de Texas.
Por lo general antes de un torneo fuerte, le doy una semana de vacaciones para que llegue con su mente despejada. Esta vez, le di diez días para que fuera una niña y jugara, nadara y anduviera a caballo en el su campamento en el norte de Texas. De esta manera tanto física, mental y espiritualmente regresara con pilas recargadas.
Mas regresando a mi narración del día de hoy, en mi reflexión comentaba sobre las travesuras que hacia de joven cuando mi madre salía de viaje y me quedaba solo en el hogar. Hacia la comparación de ahora que soy un adulto pudiendo “ser travieso” me habían convertido en un monje.
1. Cuido mis gastos cuando mi familia sale de viaje y me quedo solo en el negocio.
2. Me voy a dormir antes de la medianoche siendo que podría quedarme despierto toda la noche.
3. Teniendo tres televisiones en la casa podría ver un canal deportivo en cada televisor al mismo tiempo mas me mantengo viendo solo una televisión.
4. No tomo alcohol mas podría haberme bebido todos los refrescos que quisiera, incluso mientras viera la fotografía de mi esposa – pero tomaba agua.
5. Podría haberme llenado de comida chatarra, incluso las tradicionales “fajitas” que suelo comer todos los sábados en la noche – ni eso.
6. Incluso teniendo nuestro segundo vehículo, siendo que mi esposa trae la Dodge RAM, podría ir a donde quisiera – mas en su lugar el vehículo esta estacionado en la cochera.
¿Entonces que paso con mi vida en comparación a cuando era un adolescente?
¡Me volvió un ruco!
No, no se crean. Lo que pasa es que en mi adolescencia era inmaduro y ahora con mis 41 años he madurado. Ahora me la paso pensando y contemplando mi actualidad y el futuro de mi familia.
Pienso en la guapísima y joven esposa que Dios me ha dado. 
Tenemos 8 años de diferencia en edad siendo que ella es mucho más joven que yo, pero no me quejo para nada. Claudia, no la hija sino mi esposa por que las dos llevan el mismo nombre, ha sido mi esposa por 14 años. Durante este tiempo, sus ojos y oídos han sido testigos de mi existencia. Juntos hemos pasado por valles, desiertos, montañas, y mares. Ningún hombre pudo haber sido más bendecido que yo en tener una mujer como la mía. Es inteligente, educada, bilingüe, profesionista y apoya el ajedrez en mi vida y la de mi hija. Más aun sobre estas características que he mencionado, pasamos casi todo minuto de nuestra existencia juntos. En los 14 años que hemos estado casados, hemos trabajado juntos la mayor parte de ellos. Es por ello que pienso mucho en ella por que la tengo hecha con mi esposa, y lo mas bello es que esta enamorada de mi.
INCREIBLE.
Mas mi mente también se mantiene ocupada en mi primera hija, Faith Abigail Muñoz Robles. Faith es una adolescente inteligente con un futuro brillante. Por razones obvias, el rostro de mi hija no cabe dentro de la misma foto conmigo.
Siendo tan joven, se ha propuesto en cinco años ser la primera en nuestra familia en ingresar a la Universidad de Harvard. Faith es una joven tan risueña y ordenada aparte de ser una hija de quien dependo mucho. Ella es la imagen física de su padre más con el carácter “precioso” de su padre. Su sueño es algún día convertirse en pediatra. Le doy gracias a Dios por la hija tan disciplinada y guapa que me ha dado.
Mas tengo una segunda hija también en quien pensar, la ajedrecista Claudia Muñoz Robles. No es común que un padre ajedrecista tenga una hija que juego ajedrez, mucho menos una hija que a demostrado un nivel internacional, pero Dios me bendijo con una hija como Claudia. 
Me ha dado muchas alegrías y recuerdos dentro y fuera del tablero. Ya desde los nueve y diez años de edad ha sido ofrecida becas universitarias y aunque se que de mantenerse enfocada, disciplinada con pasión a nuestro deporte – llegara muy lejos. Este blog grabara cada uno de sus pasos. Le doy gracias a Dios por haberme dado una hija con un carácter tan gentil y dulce.
Le doy gracias a Dios por el privilegio de tener una familia tan preciosa en un mundo tan difícil. Además, le doy gracias por haber madurando de mi adolescencia cuando mi quedaba solo en el hogar, “HOME ALONE”.
