Escrito por WCM Claudia Muñoz RoblesLes informo que ya llevo un mes en Wichita Falls, Texas y que me he adaptado bastante bien al cambio de países. Aunque naci en esta ciudad, ya llevaba casi 6 años viviendo en Ciudad Acuña, Coahuila, México. Hasta estos momentos no he competido en algún torneo mas que juntarme con el RED RIVER CHESS CLUB de esta ciudad. La razón por que no he competido es porque mis padres querían que primero me adaptara emocionalmente y mentalmente al cambio y ajustes de mi traslado de México a los Estados Unidos antes de proseguir mi meta ajedrecística.
En la planeación de mi padre ya estaba contemplado que todos los fines de semana del mes de febrero estaré compitiendo en torneos, en su mayoría en la ciudad de Dallas, como a una hora y veinte minutos de donde vivo ahorita.
Como parte de mis ajustes a mi nuevo cambio de residencia, los viernes tanto yo como mi hermana mayor Faith, nos damos de voluntarios en un asilo de desamparados. Nos unimos con miembros de la juventud de nuestra iglesia para darle de comer a los más necesitados de mi nueva comunidad. Mucha gente en México no sabe que también en los Estados Unidos hay pobreza, la diferencia de la pobreza aquí es que obviamente hay más maneras de cómo salir de ella, pero aun así la hay. Se me ha enseñado como ajedrecista a dar de mi tiempo para ayudar a mi comunidad. Dios siempre ha bendecido a nuestro equipo en todo, especialmente en lo económico por que nunca olvidamos a la gente que tiene necesidad. Sembramos en la vida de otros y Dios en su grandeza nos da cosechas de abundancia en todo a lo que nos proponemos.
Yo le aconsejaría a los padres de familia que están leyendo mi articulo que no se preocupen tanto de cómo serán recordados sus hijos dentro del ajedrez, deben enfocarse de cómo viven fuera del tablero.
¿Cuántas horas de su tiempo lo comparten con los más necesitados?
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La fotografía en mi articulo es del cuarto de acopio de la misión de desamparados en Wichita Falls, Texas.
