Sus 19 años cumplidos en abril parecen una falacia, una mentira. Su rostro de niño delata menos que eso y su fútbol de adulto relata más que eso. Jonathan dos Santos se presentó con el Barcelona venciendo al Galaxy 2-1 el sábado en el Rose Bowl de Pasadena.
Y tranquilizó las aguas de incertidumbre en México. Porque el hermano menor de Giovani nació en México, pero ha cautivado a los seleccionadores juveniles de España. Y tiene el destino en sus manos.
¿Y vas por México o por España?
"Es muy temprano para elegir, pero bueno, como tengo sangre mexicana, espero jugar con la selección mexicana", agrega.
Zizinho, tu padre, espera que juegues por México…
"Yo también eso espero. Sería un orgullo vestir la camiseta del Tricolor, pero eso poco a poco lo iremos viendo y a ver qué sucede", contesta con calma.
Zizinho dice que viendo juntos a ti y a Giovani jugando por México, podría morir en paz…
"Esperamos darle ese gusto, ojalá que así sea. Nuestro sueño desde pequeños ha sido jugar en la selección juntos y espero que pronto se haga realidad", indicó Jonathan.
El "8" del Barcelona explica que aún no tiene contacto con la Federación Mexicana de Futbol para futuras convocatorias con selecciones nacionales. Jonathan dejó una esperanzadora demostración para los mexicanos ante el Galaxy.
Lo hace fácil
El juvenil mexicano hace el juego fácil y hace fácil el juego. Impactado por el escenario, con más de 95 mil eufóricos en la tribuna, comenzó asegurando la pelota hacia atrás o lateralmente, pero conforme el diálogo con Pedrito, Alves y Messi le aisló de la palpitante escenografía, intentó las de alta escuela.
Así, dibujando de primera intención, metió pases a zona de ataque, con el perfil del compañero, maniatando de asombro al rival, y golpeando con todas las partes posibles del pie.
Suelta la pelota antes de que le muerdan y a la hora de morder, sabe morder.
Los desesperados, hijos de la precipitación, ven en él a un volante del que carece México desde que Alberto García Aspe y Ramón Ramírez dejaron la verde.
Recapitulando la noche del sábado, Jonathan indica que el primer consejo de Guardiola antes de saltar al juicio de los más de 95 mil sinodales, fue muy simple.
"Que hiciera mi juego como siempre, que estuviera tranquilo, porque a veces los nervios traicionan. Con tanta gente en la tribuna te pueden ganar. Gracias a Dios que me está dando mucha confianza y eso se está notando en el campo", explica.
Relaja una sonrisa enorme cuando le preguntan sobre la etiqueta de ser identificado aún como "el hermano de Giovani", pero aboga por recuperar pronto su independencia.
Publicado por www.impre.com
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