Por Agencia EFE – hace 22 horas
México, 24 ago (EFE).- Familiares del astronauta mexicano José Hernández, integrante de la misión del transbordador Discovery, relataron hoy con orgullo cómo su pariente pasó de recolectar pepinos en los campos agrícolas de California a convertirse desde mañana en el segundo mexicano en viajar al espacio.
Con el precedente de Rodolfo Neri Vela, quien voló en el Atlantis en diciembre 1985, el nuevo astronauta mexicano, ingeniero en electrónica, de 47 años, es toda una celebridad en el municipio de La Piedad, en el central estado de Michoacán, donde aún viven sus parientes y de donde sus padres partieron en 1957 hacia EE.UU.
"Ya en ese tiempo (su infancia) él decía que quería ser un astronauta, pero no lo tomábamos en serio porque cuando están chiquitos dicen: 'Quiero ser bombero, policía', y luego cambian de idea", relató hoy Julia Moreno, su madre, en declaraciones a la cadena Televisa.
"Como es una carrera muy escasa entre los hispanos no pensamos que él fuera a llegar", aseguró la mujer, quien se encuentra con su marido desde el fin de semana en Florida, de donde partirá mañana el transbordador espacial en la misión STS-128.
Moreno confesó que José, el orgullo de la familia y quien saldrá al espacio desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida, quiere mucho a su país "porque cuando eran chiquitos, tenían dos o tres años, íbamos cada año a México".
"Nos llevábamos a todos, íbamos y veníamos. Les enseñamos a querer a México, su cultura, lo que la gente sufre allá", agregó la orgullosa madre, quien acompañó a su esposo en los trabajos del campo, como hicieron también sus cuatro hijos.
Salvador Hernández López, padre del astronauta, recordó que a su hijo "piscar los pepinos" en los campos del norte de California "le caía muy mal", pero lo aceptaba como sus demás hermanos.
"Se enojaba cada que decía que no quería volver allí. (Me pedía) que lo dejara. Yo le dejaba descansar pero luego volvía otra vez. Eran buenos trabajadores (mis hijos)", aseguró.
La familia es una más de las miles que en las últimas décadas dejaron el campo mexicano para buscar mejores condiciones de vida en EE.UU., donde la mayoría llegan indocumentados y sólo algunos han logrado regularizar su situación, como lo hizo la familia Hernández.
El astronauta ha regresado durante muchos años con regularidad a Ticuitaco, una pequeña comunidad del municipio de La Piedad donde hoy algunos de sus parientes esperan ansiosos la partida del Discovery.
Los recuerdos del primo que soñaba con el Universo están vivos en la memoria de Alma Rosa Méndez, prima hermana de José.
"A él desde niño le gustaba mucho ver las estrellas y tenía un telescopio en el cuarto donde se quedaban y siempre en las noches veía las estrellas. Decía: 'Algún día yo voy a viajar para la Luna'", aseguró su pariente en declaraciones al noticiero Primero Noticias.
Otra de sus primas, Yolanda Velázquez, contó cómo la familia Hernández nunca se olvidó de dónde estaban sus orígenes.
"Para él (José) no era extraña una tortilla, un chilito, porque allá tenían esa cultura también porque no podían dejar sus raíces, su cultura y sus costumbres aquí", señaló.
Destacó la sencillez de su primo, quien "siempre pedía sus frijolitos" cuando estaba con ellos y lo hacía sin remilgos.
"Me da orgullo y mucha esperanza, no nada más para la familia sino para todos los mexicanos que debemos creer que de veras se puede si uno quiere y le echa ganas", aseguró.