LA IMPLEMENTACION DE NUESTRA ESTRATEGIA PARA EL PANAMERICANO EN ARGENTINA



Ciudad Acuña
Coahuila, Mexico

Claudia Muñoz llega al Abierto Nacional 2008 con una racha de 20 partidas sin perder en cuatro torneos oficiales en dos países. Al pesar que llevaba tres torneos en la categoría sub-12, la note nerviosa por primera vez dentro de esta categoría. En la primer ronda extendió su racha a 21 partidas solo para chocar en contra de una muralla invisible de preocupaciones en la segunda ronda, inseguridad. Repentinamente comenzó a cuestionar su propio estilo de juego especialmente con negras. La ventaja de ser padre y entrenador es que puedo cambiar de posición cuando la situación lo requiere pero yo aun no había madurado en ese sector. Siempre era el entrenador en un torneo y el padre jamás aparecía.

En la tercera ronda gano su partida pero le tome casi 70 movidas con un contrincante que dos veces había jugado anteriormente y sabíamos que no estaba a la fuerza de Claudia, era la inseguridad. Mi hija se empezó a cuestionar en esta nueva categoría. Su madre, su asesoría espiritual fue el refugio en donde se sentía más a gusto mas al llegar al tablero la inseguridad volvía a tomar su forma. Esto es parte del ciclo de aprendizaje, se vive en el salón y lo atraviesa todo estudiante y deportista. Es parte del desarrollo integral de una persona que esta acostumbrada al alto rendimiento.

La cuarta ronda fue una derrota. No había posibilidad de medalla y peor aun posiblemente ni en los primeros 10 lugares quedaría. Más lo considero una bendición que este torneo se haya atravesado por nuestro camino porque en la última ronda Claudia exploto. En una partida sumamente explosiva y táctica, mi hija demostró la madera de campeona con la que se había construido. En menos de diez movidas, con negras, había hecho combinaciones en donde desmantelo a su contrincante para tener una pieza de ventaja. Su empuje, su lucha y su meta era no caer del top 10. El amor a la camiseta, la cual representaba orgullosamente – Coahuila la hicieron crecer. Al analizar la partida volteé para preguntarle porque no había jugado así durante el torneo y solo sonría, la inseguridad de que podría ganar en la sub-12.

La inseguridad había desaparecido, la niña de Ciudad Acuña, Coahuila había despertado.

Al regresar a casa le solicite al Prof. Hugo Ordoñez que drásticamente aceleráramos su nuevo repertorio el cual trabajaba por dos meses, incluso que haríamos lo IMPOSIBLE de que en cuatro semanas lo estrenara en su próximo compromiso – EL CAMPEONATO FEMENIL INFANTIL/JUVENIL DE LOS ESTADOS UNIDOS. Por el próximo mes, los dos maestros nos turnamos trabajando con el nuevo repertorio de Claudia en negras, allí estaba la inseguridad. Como dos maestros en una escuela al acabar el timbre de uno entraba el otro para continuar con la labor educativa. Claudia respondía excelentemente. Después de un mes fuerte de trabajo mi esposa e hijas partieron para los Estados Unidos.

El “ALL GIRLS NATIONAL” era patrocinado por la fundación Kasparov y era el torneo femenil por excelencia a nivel Estados Unidos. Los registrados en la categoría de Claudia eran la crema del ajedrez americano con participantes que formaron o formaban parte de los equipos panamericanos o del mundial para aquella nación. Con todo y esto, Claudia ya era conocida en estos escenarios por haber ganado el Campeonato Norteamericano de la Juventud y el SUSAN POLGAR de manera invicta. De las seis partidas jugadas en la ciudad de Dallas solo hubo una derrota en la tercera ronda en contra de Ellen Xiang, la ajedrecista con el rating más alto de los Estados Unidos en su categoría. Al finalizar el torneo, la acuñese Claudia Elizabeth Muñoz Robles se encontraba empatada en segundo lugar con cuatro ajedrecistas de talla nacional e internacional, todas eran de origen asiático. En medio de ellos había una latina de la colonia Benito Juárez. El torneo lo gano Simone Laio de California, amiga de Claudia, que dos meses después quedaría empatada por primer lugar en la categoría sub-10 en el Panamericano de Argentina así obteniendo el titulo de Maestra FIDE. Claudia quedo a medio punto de ganar el campeonato femenil infantil en los Estados Unidos.

La inseguridad en su repertorio había desaparecido.

Cuando regreso a casa me pidió que le ayudara con su trofeo el cual era demasiado alto, incluso le habían puesto el cinturón de seguridad. Claudia estaba demostrando que estaba en un selecto grupo de ajedrecistas en Mexico – los que podían ganar en los Estados Unidos.

Al sentarnos para hacer un análisis de sus partidas, mi hija me interrumpió para decirme, “Papa, estoy lista para la Olimpiada Nacional.” Sentí escalofríos cuando me dijo esas palabras. Claudia se había encontrado nuevamente sobre el tablero en la ciudad de Dallas, Texas.

Quería borrar la experiencia de la Olimpiada Nacional 2007 en Pachuca. El próximo mes llegamos a San Luis, Potosí con el equipo de ajedrez de Coahuila para romper la sequia de medallas.